“Box300” es un centro de
entrenamiento integral y crossfit que surge en la localidad de los Palacios y
Villafranca como alternativa a los gimnasios tradicionales. En él, los
deportistas que participan de sus actividades realizan entrenamientos basados en la mejora de todas sus capacidades
físicas, en especial de la fuerza y la resistencia muscular en todo el cuerpo.
Cuando
los alumnos de secundaria llegamos a la instalación, lo primero que nos
sorprendió fue el aspecto de aquel lugar. Había un pequeño mostrador, equipos
de música dispuestos en las paredes, estructuras con cuerdas…, pero, sobre
todo, mucho espacio libre de objetos, lejos del hacinamiento de máquinas de
musculación y tapices rodantes a los que estamos acostumbrados en otras
instalaciones; los cuales, brillaban por su ausencia. Encontramos, sin embargo,
balones rellenos de arena, cajas de madera y una amplia superficie sin más
elementos que un recubrimiento de césped artificial entre otras cosas.
Una
vez comenzado nuestro primer contacto con un box de entrenamiento integral, nos
explicaron que allí las personas entrenaban con la carga que les supone su
propio cuerpo y, en ocasiones, con cargas adicionales pero libres (sin
anclajes). También nos hicieron saber que son actividades muy intensas y que,
por tanto, debemos realizaras progresivamente y con precaución. Además, nos
dijeron que ese tipo de actividades eran muy recomendables para todas las
edades (y en especial para la nuestra, que estamos en pleno desarrollo).
Quizá
el entrenador que nos atedió fue muy convincente al explicarnos todas estas
cosas, pero no tanto como cuando las pudimos experimentar por nosotros mismos.
Sin mucha dilación comenzamos un calentamiento que ya contenía en sí elementos
de entrenamiento integral y crossfit, lo
cual nos permitió hacernos una idea de las actividades que realizaríamos
ulteriormente.
Cuando
finalizó la sesión, casi todos teníamos la sensación de haber conocido cual era
realmente nuestro estado de forma física; nuestros músculos y sistema
cardio-respiratorio habían sido puestos a prueba. A muchos nos hubiera gustado
haber conseguido mejores resultados, pero a pesar de ello, esto no nos
desanimó, si no que nos incentivó a seguir perseverando en actividades que
mejoren nuestro bienestar y nuestra salud.
Lo
cierto es que esa hora en la que estuvimos en “Box300” fue toda una
experiencia, aprendimos y vivenciamos aspectos del entrenamiento y de la
salud que desconocíamos o recordábamos
lejanamente; pero lo mejor de todo fue que pudimos disfrutarlo en grupo, con nuestros
amigos y amigas de clase, teniendo así una experiencia más en común.
Por
todo ello, al volver a nuestro centro, no fue extraño que la pregunta
generalizada que resonaba por los pasillos de vuelta al aula, no pudo ser otra:
“maestro, ¿vamos a volver?”.
Rafael Gómez de los Santos
(Profesor de Educación Física)
(Alumnado 5º EP) |
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